Un acercamiento al término dureza.
¿Qué le sugiere que un metal sea duro? Tal vez le vengan a la mente conceptos como la solidez, la firmeza o la resistencia. La dureza es todas esas cosas e implica más. La dureza está asociada a la resistencia mecánica, la resistencia a la erosión y con la capacidad de soportar el desgaste. Por ser una propiedad que aglutina muchos conceptos, puede resultar útil poner el foco en algunas de las descripciones más comunes de dureza. A saber:
Maquinabilidad, o resistencia al corte o el taladrado, ésta se determina mediante ciertos ensayos especiales.
La dureza al desgaste, es la resistencia a la abrasión, por ejemplo, en un proceso de arenado o granallado.
La dureza esclerométrica o dureza a la lima, es la medida de ensayo utilizada por expertos en mineralogía. Quienes se encargaban del tratamiento térmico de metales antiguamente presionaban una lima nueva sobre la esquina de un metal. A partir de una prueba, eran capaces de determinar la dureza del metal mirando la mella que se producía. Esta técnica de medida de dureza esclerométrica aún se está en uso.
La dureza por indentación o hendidura, se basa en que un objeto duro raye a uno blando. Los ensayos de dureza por indentación son los más comunes en la mayoría de metales. No son destructivos (pese a desfigurar las superficies acabadas), son económicos y de fácil ejecución.
Próximamente analizaremos los cuatro tipos de ensayos de dureza. Conocer de cerca estos ensayos nos permitirá entender mejor la dureza de los metales.