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Las sanciones y los embargos de materias primas podrían amenazar una parte sustancial del mercado de esponja de titanio y que suministran a una base de clientes mundial. La empresa rusa VSMPO-Avisma es el mayor productor de titanio del mundo, con una capacidad nominal de 34.000 t/año, y suministra una gran parte de los productos de titanio que utilizan Airbus y Boeing en los fuselajes de sus aviones.

 

VSMPO en este momento no compra ni recibe ilmenita de Ucrania pero debe adquirir toda la materia prima necesaria de países como Vietnam, Mozambique y Kazajistán, entre muchos otros. Hay otros productores de esponja de titanio, como la japonesa Toho Titanium y las estadounidenses ATI Metals y RTI International Metals, que podrían ser fuentes alternativas de productos de titanio. Los fabricantes aeroespaciales europeos Safran y Airbus han comprado recientemente el productor Aubert & Duval, lo que sugiere que están reconsiderando sus cadenas de suministro de metales con grado aeronáutico. Pero es difícil apartarse totalmente de VSMPO, dada la escala de su cuota de mercado y su base de productos. 

 

En noviembre, Boeing firmó un acuerdo con VSMPO para "ampliar su asociación estratégica" en materia de suministro y desarrollo de nuevas aleaciones y tecnologías. Según el acuerdo, VSMPO "seguirá siendo el mayor proveedor de titanio para los aviones comerciales actuales y futuros de Boeing". Desde entonces, VSMPO ha firmado nuevos acuerdos de suministro de titanio con la española Aernnova Aerospace hasta 2028 y con la británica Barnes Aerospace hasta 2026. El pasado lunes 7 de marzo, Boeing informó de que dejaba de comprar titanio ruso. Boeing argumenta que da este paso por temor a las consecuencias para la industria si Moscú impone sanciones económicas de represalia tras las restricciones de Occidente. VSMPO lleva unos 25 años suministrando titanio a Boeing y sus semi elaborados de titanio se utilizan en la producción de los aviones civiles Boeing 737, Boeing 767, Boeing 787, Boeing 777 y Boeing 777X. Poco antes, Boeing suspendió el suministro de piezas de repuesto a aerolíneas rusas así como su asistencia técnica.

 

Compañías como la empresa europea Airbus ya contemplan los riesgos geopolíticos en sus políticas de compra de titanio. Las empresas aeroespaciales de todo el mundo habían aumentado sus existencias de titanio desde la crisis de Crimea en 2014. Actualmente Airbus combina la compra directa desde el proveedor ruso VSMPO y de forma indirecta a través de sus proveedores y almacenistas (vea más abajo cómo podemos ayudarle). Airbus depende de Rusia para la mitad de sus necesidades totales de titanio, mientras que VSMPO-AVISMA proporciona un tercio de las necesidades de Boeing. Además, las últimas generaciones de aviones de pasajeros de larga distancia que emplean fibra de carbono de forma intensiva, reducen la carga sustancial de este metal apreciado en el sector aeroespacial por su resistencia en relación con su peso.

 

Las limitaciones de suministro de ilmenita en el mercado, alimentan una mayor competición por obtener chatarra de titanio de gran calidad que aumenta su valor y añade volatilidad. Esto ha dado un nuevo impulso a la búsqueda de suministros alternativos en yacimientos de lugares más distantes como África, lo que a su vez ha generado una nueva actividad en el ya tenso mercado de la chatarra de titanio.

 

Mientras las empresas aeroespaciales internacionales evalúan su acceso al titanio ruso, también se cuestiona el acceso de Rusia a las materias primas que utiliza para producir titanio, en particular la ilmenita, que había importado de Ucrania hasta que a raíz de la invasión Rusa, Ucrania prohibió inmediatamente su exportación. Los gobiernos occidentales han impuesto sanciones a Rusia después de que invadiera Ucrania, pero no han apuntado a VSMPO-AVISMA de forma directa. La última planta de esponja de titanio en norteamérica estaba situada en Henderson (Nevada) y cerró durante la crisis del COVID. Japón intervino entonces para proporcionar la mayor parte del suministro de esponja a las fábricas dirigidas por ATI, Timet y Arconic. Con una guerra entre Rusia y Ucrania en marcha... la pregunta clave es si las sanciones se ampliarán para afectar al titanio. O si la crisis se agrava, el problema podría surgir de una represalia de Rusia sobre las exportaciones de metal en respuesta a las sanciones impuestas a sus oligarcas. En ambos casos, los plazos de entrega podrían alargarse de forma considerable y dejar al mercado literalmente sin apenas material. Antes de la invasión los plazos de entrega superaban el año y ya se veía tensión en algunos espesores de chapa de titanio. La recomendación actual sería adelantar pedidos y programaciones para asegurar espacio de fabricación durante 2023.

 

Le proponemos la siguiente estrategia:

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Hemos usado información de Argus Media, Tass y Reuters para hacer este artículo. Foto VSMPO France Metallurgie.